El Challenge-Based Learning (CBL) o aprendizaje basado en retos, es una metodología pedagógica innovadora que conecta el aprendizaje con la resolución de problemas reales, promoviendo competencias esenciales como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la creatividad. Implementado en diversas universidades alrededor del mundo, el CBL busca involucrar activamente a los estudiantes en su aprendizaje, preparándolos para enfrentar los retos del siglo XXI.

El CBL fue propuesto inicialmente por Apple en 2008, dirigido principalmente a los estudiantes de secundaria. Sin embargo, su implementación en la educación superior ha ido en aumento desde 2010, impulsado por la necesidad de vincular la educación con desafíos sociales y el desarrollo sostenible. A diferencia de otras metodologías como el aprendizaje basado en problemas (PBL) o el aprendizaje basado en casos, el CBL se destaca por ser multidisciplinario, promoviendo la colaboración entre estudiantes, profesores y expertos para encontrar soluciones reales a problemas concretos. Esto implica no solo identificar problemas y formular preguntas, sino también tomar acción y compartir los resultados.

Las etapas de esta metodología son las siguientes:

INVOLUCRARSE: Durante la fase de Involucrarse (Engage), los estudiantes pasan de una idea abstracta a un desafío concreto y accionable utilizando el proceso de Preguntas Esenciales. El objetivo es conectarse personalmente con el contenido académico al identificar, desarrollar y apropiarse de un desafío convincente.

INVESTIGAR: A partir del desafío, los estudiantes desarrollan experiencias de aprendizaje contextualizadas y realizan investigaciones rigurosas, basadas en contenido y conceptos, para crear una base de conocimiento y experiencia que permita diseñar soluciones apropiedas y sostenibles.

ACTUAR: En la fase de Actuar (Act), se desarrollan soluciones basadas en evidencia y se implementan ante una población específica, evaluando los resultados.

REFLEXIONAR, DOCUMENTAR Y COMPARTIR: Los estudiantes documentan su experiencia utilizando audio, video, imágenes y fotografías a lo largo del desafío. La recopilación continua de contenido proporciona recursos para la reflexión, evaluación informativa y la documentación del proceso de aprendizaje.

Entre los principales beneficios del CBL, podemos destacar su capacidad para desarrollar competencias perdurables que son demandadas por el mundo laboral y social actual:

  • Pensamiento crítico: Al enfrentarse a desafíos reales, los estudiantes deben analizar, evaluar y sintetizar información para proponer soluciones apropiadas y efectivas.
  • Trabajo en equipo: El CBL promueve el trabajo colaborativo, permitiendo que los estudiantes de diversas disciplinas aporten sus conocimientos y habilidades.
  • Creatividad y pensamiento innovador: La búsqueda de soluciones a problemas abiertos fomenta la creatividad, ya que no existe una única respuesta correcta.
  • Conexión con la sociedad: Los estudiantes trabajan en problemas que impactan directamente a sus comunidades, lo que aumenta su motivación y sentido de responsabilidad.

El Challenge-Based Learning no solo transforma la educación, sino que también vincula el aprendizaje con el impacto real en las comunidades. Este enfoque permite a los estudiantes convertirse en protagonistas activos de su aprendizaje, desarrollando habilidades esenciales para la vida y el trabajo. En un contexto como el peruano, donde los desafíos sociales y ambientales son evidentes, el CBL ofrece una oportunidad invaluable para conectar la educación con la transformación social.

Referencias