A finales de 2019, según ClassCentral, más de 900 universidades de todo el mundo han anunciado o lanzado 13.5K MOOC. Solo en 2019, alrededor de 2.5K cursos fueron lanzados por 450 universidades. En mayo 2020 el CEO de EdEx anunció que habían llegado a las 100 millones de inscripciones desde su fundación.

¿Se trata de un nuevo inicio para los MOOCs?

Los Cursos Masivos Online Abiertos (MOOC por sus siglas en inglés) tuvieron gran notoriedad a inicios de la década pasada y aceleradas tasas de crecimiento en las matrículas, pero rápidamente ganaron también mala fama por las bajas tasas de retención y graduación.

El origen de los MOOC se puede ligar a dos principales fenómenos: el auge de los Recursos Educativos Abiertos (Open Educational Resources) y el Aprendizaje Social Abierto (Open Social Learning). En la primera década del siglo XXI fueron estas tendencias las que prepararon el terreno para que apareciera el primer MOOC hacia finales de la misma.

Steven Downes señala que “los primeros MOOC se diseñaron con la intención de superar las limitaciones de los cursos online. Debido a que estos fueron diseñados para emular cursos tradicionales, adoptaron una pedagogía centrada en el docente y basados en contenido. Por el contrario, el primer MOOC fue diseñado en un modelo conectivista. Este modelo enfatizó la interacción de las personas, creando un curso centrado en la red, en lugar de en un libro, publicación o experiencia concreta”.

El inicio de los MOOC se atribuye a un experimento educativo de George Siemens y Stephen Downes cuando crearon el curso abierto de conectivismo, un curso que serviría de muestra para la teoría del aprendizaje propuesta por ambos:

Los principios de esta teoría se pueden resumir de la siguiente manera, según señala el profesor Sergio Ortiz del Tecnológico de Monterrey:

  • El aprendizaje es un proceso enfocado a conectar información o fuentes de información para crear conocimiento.
  • La capacidad de adquirir nuevo conocimiento es más relevante que el conocimiento actual.
  • Es necesario cuidar y mantener las conexiones creadas para facilitar el aprendizaje continuo.
  • La capacidad de encontrar puntos comunes entre disciplinas, ideas y conceptos es una habilidad clave.

Inicialmente los MOOCs se presentaban como alternativas a la educación tradicional y eran considerados incluso como una amenaza, pero muy pronto encontraron en las universidades al socio perfecto para establecer líneas de cooperación.

El año 2012 se consolida Udemy y nacen Udacity, Coursera y finalmente EdEx impulsado por la universidad de Harvard y el MIT como un servicio educativo complementario. A fines del 2012 había 40 universidades involucradas en el movimiento de MOOCs, 250 cursos y cerca de 2 millones de estudiantes inscritos.

Los MOOCs se habían vuelto tan populares que en noviembre de 2012 el New York Times señaló que sería El año de los MOOC.

¿Qué pasó con los MOOC?

Si bien el acceso abierto y gratuito al conocimiento está en el origen de los MOOC, los primeros años demostraron a las plataformas que requerían alguna fuente de ingresos corrientes y encontraron en las certificaciones la principal opción. Esto generó un doble efecto en los MOOC, por un lado, quienes pagan por el certificado tienen mayores probabilidades de terminar el curso, pero quienes no pagan por el certificado abandonan con mayor frecuencia, ampliándose, de esta forma la brecha que los MOOC –al menos originalmente- buscaban acortar.

En 2018 las plataformas de MOOCs iniciaron una estrategia que consolidaría aún más esta tendencia: ofrecer programas certificados con universidades y recientemente se lanzan iniciativas como Coursera for Campus, una oferta de cursos por suscripción que pueden ser reconocidos como créditos en las instituciones educativas.

Es así que, como señalan Reich y Ruiperez-valente los MOOCs “En lugar de crear nuevas vías alternativas a la educación superior global, los MOOC terminaron siendo principalmente un activo complementario para los estudiantes dentro de los sistemas educativos existentes.”

La emergencia sanitaria mundial causada por el COVID-19 ha llevado a muchas instituciones públicas y privadas a realizar una oferta educativa online de emergencia, la desconfianza y la poca experiencia tanto de docentes como de estudiantes ha generado protestas en todo el mundo pues es claro que una implementación rápida y poco planificada no ayudará a cerrar las brechas que la educación busca cerrar, sino que probablemente las hará más amplias y profundas.

No queremos decir que la educación online de emergencia no sea una buena respuesta hoy en día, sin duda lo es, pero conforme vayamos saliendo del estado de emergencia debemos ir implementando estrategias que ayuden a acortar las brechas que, indudablemente, se han ampliado durante el aislamiento. Los MOOC pueden ser una herramienta para ello, pero solo si se vuelven a alinear con su objetivo original: las comunidades de aprendizaje centradas en las personas y los materiales educativos abiertos.

Fuentes utilizadas:

  • MOOCs are Back — Even Though They Never Left. Dhawal Jun 2nd, 2020 (enlace)
  • EduTrends: MOOC. Instituto Tecnológico de Monterrey (enlace)
  • Online Learning and MOOCs: Visions and Pathways in China International Distance Education Conference, Beijing, China May 02, 2018 (enlace)