Icono del sitio Innovación Educativa

Integridad académica: del plagio al crimen organizado

o student cheat sheet facebook

o student cheat sheet facebook

Se viene hablando mucho sobre las evaluaciones online durante el periodo de pandemia y cómo éstas habrían fomentado que los estudiantes hagan trampa en los exámenes. Hace unos días una nota en un artículo publicado en Forbes se señaló que se trataba de una epidemia muy dificil de controlar. En esta nota comentaremos sobre el fenómeno creciente de la «trampa por contrato» (o Contract Cheating) que viene generando alertas no solo en instituciones educativas sino en el sector privado y público en todo el mundo.

El término «Contract cheating» fue acuñado por Lancaster y Clarke en 2006 como «el envío de un trabajo que otorga créditos académicos por el cual el estudiante ha pagado para que un tercero lo escriba», es decir, contratar a alguien para que haga el trabajo y luego presentarlo como propio. Este tipo de trampa se aleja se los sistemas de verificación de plagio pues se trataría de trabajos originales pero no que no han sido realizados por los estudiantes.

No son pocos los estudiantes que acuden a este tipo de servicios y que, señala Lancaster, estaría dispuestos a pagar US$66 por ensayos de 2000 palabras, generando en Estados Unidos una industria de 12,000 millones de dólares según la revista Forbes en 2020.

Qué lleva a los estudiantes a gastar su direro en este tipo de servicios. Un artículo de Yuliya Gorenko en eLearning Industry señala las siguientes razones:

Si pensamos en este problame como una epidemia entonces tenemos que observar que las tecnologías podrían jugar un papel como agravante pues ya existen varios servicios en Internet que ofrecen escribir ensayos utilizando herramientas basadas en Inteligencia artificial. Un bot puede escribir artículos para The Guardian, por ejemplo. Actualmente existen decenas de sitios en internet diseñados para brindar este tipo de servicios.

¿Qué se puede hacer ante este fenómeno?

Lo primero que es necesario entender es que no existe una bala de plata o solución sencilla para este problema. En segundo lugar no debemos concentrar el esfuerzo culpando a las nuevas tecnologías y por el contrario, debemos intentar convertirlas en aliadas de la probidad académica. Finalmente, es importante no concentrarnos en acciones punitivas y fortalecer la creación de una cultura de integridad.

El reciente informe Academic Integrity Report señala un conjunto de posibles soluciones agrupadas de la siguiente forma:

Acceso a fuentes utilizadas en esta nota

Podcast sobre el tema:

Salir de la versión móvil