El Challenge-Based Learning no solo transforma la educación, sino que también vincula el aprendizaje con el impacto real en las comunidades. Este enfoque permite a los estudiantes convertirse en protagonistas activos de su aprendizaje, desarrollando habilidades esenciales para la vida y el trabajo.
El aprendizaje experiencial está emergiendo como una herramienta poderosa para transformar la educación superior. Este enfoque, que integra la teoría académica con la experiencia práctica, no solo mejora la comprensión de los estudiantes, sino que también los prepara para enfrentar desafíos en un mundo en constante cambio.