El futuro de la educación superior está experimentando cambios significativos en diversos aspectos. La participación de las mujeres ha aumentado notablemente, pasando de representar el 20% de las matrículas en la década de 1970 al casi 60% en la actualidad. Además, se observa una mayor diversidad étnica, con una disminución en la proporción de estudiantes blancos y un crecimiento destacado de los estudiantes hispanos. Las modalidades de aprendizaje han evolucionado, con un cambio hacia la educación en línea e híbrida, especialmente acelerado durante la pandemia de COVID-19. También se ha incrementado la demanda de credenciales no universitarias, que se espera que sean cada vez más comunes en la educación superior. Estos cambios, respaldados por importantes inversiones en nuevos modelos de aprendizaje, plantean desafíos y oportunidades para las instituciones académicas y la fuerza laboral en general.