El Día Mundial de la Justicia Social, se celebra este 20 de febrero, es una iniciativa de las Naciones Unidas que busca promover sociedades más equitativas y respetuosas de los derechos humanos. Esta fecha resalta la importancia de garantizar el acceso a oportunidades en ámbitos como el trabajo, la educación y la tecnología, con el fin de reducir desigualdades y fomentar el desarrollo sostenible. En un mundo marcado por la transformación digital y la globalización, la justicia social cobra especial relevancia para construir un futuro en el que todos puedan contribuir y beneficiarse del progreso.

En el contexto de la educación superior, la justicia social implica la promoción de entornos inclusivos, donde la diversidad sea valorada y potenciada. Universidades de todo el mundo implementan estrategias para garantizar que sus comunidades académicas sean espacios de equidad, fomentando el respeto a las distintas realidades culturales, sociales y de género. Asimismo, el uso de herramientas digitales y metodologías innovadoras permite personalizar la experiencia educativa, brindando a cada estudiante la posibilidad de desarrollar su máximo potencial.

Más allá del aula, la educación superior debe comprometerse con la formación de ciudadanos críticos, éticos y responsables. Incluir en los planes de estudio temas como derechos humanos, sostenibilidad y ciudadanía digital fortalece la conciencia social de los futuros profesionales. Además, el impulso de proyectos de impacto social y la colaboración con diversas organizaciones permiten que el conocimiento académico se transforme en soluciones reales para los desafíos globales.

Nuestros gobernantes tienen un gran desafío en cuanto a la promoción de una justicia social en el contexto de la educación; ya que hoy en día, se materializan grandes diferencias. La tarea debe iniciar con eliminar barreras y crear políticas para garantizar el desarrollo de la persona y por ende de la sociedad, que tienen su pilar en una educación de calidad para todos, con el respeto a la interculturalidad, entre otros aspectos.
Beatriz Miranda De La Lama, Directora de la carrera de Derecho de la UPC

En este Día Mundial de la Justicia Social, recordemos que la educación es un pilar fundamental para el desarrollo de sociedades más justas y sostenibles. Desde las universidades, el compromiso con la equidad y la innovación educativa puede generar un impacto significativo, preparando a las próximas generaciones para liderar con valores y contribuir al bienestar global.

Conoce el Informe de la Promoción de la Justicia Social de la OIT.

Texto trabajado con el apoyo de ChatGPT y la colaboración de Beatriz Miranda De La Lama

El mundo cambia a un ritmo acelerado y la educación no puede quedarse atrás. La innovación educativa no solo mejora la experiencia de aprendizaje dentro del aula, sino que también tiene el poder de generar impacto social, empoderando a estudiantes y docentes como agentes de cambio. Eventos como la Maratón de Innovación 28h y hackathones globales como DigiEduHack son catalizadores que convierten ideas en soluciones reales, abordando desafíos urgentes desde la creatividad, la tecnología y la colaboración interdisciplinaria.

En la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), la innovación es parte del ADN académico. Desde hace ocho años, la Maratón de Innovación 28h ha sido un espacio donde estudiantes y docentes trabajan juntos para desarrollar soluciones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsando una educación más inclusiva, equitativa y con impacto social. Un claro ejemplo de ello es SignEdge, el proyecto creado por el equipo ganador de la última edición, Los Resolvers, quienes han llevado su propuesta a la final de DigiEduHack, una de las hackathones más importantes en educación digital a nivel mundial. Este equipo está formado por:
Henry Daniel Lazarte Reátegui – Docente de Arquitectura (UPC) – mentor
Alexander Gregorio León Torres – Ingeniería Mecatrónica (UPC)
Thais Anjeli Meza Ccoyllo – Administración y Marketing (UPC)
Milagros Araceli Peceros Chambi – Ingeniería de Sistemas (UPC)
Damaris Pizán García -Administración y Marketing (UCV de Trujillo)

Este tipo de experiencias demuestra que la educación no se limita a la teoría, sino que es un motor de cambio capaz de transformar vidas. Al conectar a estudiantes con problemas reales y desafiarlos a resolverlos con innovación, se fomenta el desarrollo de habilidades clave como el pensamiento crítico, la comunicación y el trabajo en equipo. Además, iniciativas como SignEdge no solo resuelven un problema educativo, sino que también contribuyen a la inclusión social, acercando el aprendizaje de la lengua de señas y la alfabetización digital a más personas.

Cuando impulsamos espacios de co-creación y colaboración, no solo estamos formando profesionales preparados para el futuro, sino que también estamos construyendo una sociedad más justa y equitativa. Cada hackathon, cada reto de innovación y cada proyecto nacido en estos espacios tiene el potencial de generar un impacto global. Por ello, es fundamental seguir promoviendo estos encuentros, donde la educación y la tecnología se combinan para ofrecer soluciones que mejoran la vida de muchas personas.

Hoy, Los Resolvers nos representan en un escenario global, demostrando que el talento peruano puede estar a la vanguardia de la innovación educativa. Su éxito es un reflejo del poder de estos espacios y de la importancia de apostar por la creatividad y el ingenio. Apoyar su proyecto es reconocer el valor de la educación como herramienta de transformación social. ¿Te sumas a esta iniciativa? ¡Vota por Signedge y se parte del cambio! Puedes votar hasta el 25 de febrero.
Vota aquí, dirígete al final de la página y sigue los pasos indicados.

El programa Faculty Innovation Fellows de la d.School de Stanford, en el que participa la UPC, reúne a docentes de diversas universidades para explorar nuevas formas de enseñanza a través de la innovación. La arquitecta María Pía Felipa Ibarra, quien forma parte de esta comunidad desde hace dos años, desarrolló un proyecto enfocado en talleres para potenciar la creatividad de los estudiantes. A partir de su experiencia en Visual Storytelling, incorporó herramientas que permitieron a los alumnos experimentar con nuevas formas de expresión y comunicación y comenta:

Este proyecto inició con sesiones basadas en Design Thinking, donde los estudiantes participaron en dinámicas diseñadas para desbloquear su creatividad. Posteriormente, se integraron estrategias de Visual Storytelling, que les permitieron desarrollar sus habilidades artísticas y explorar maneras innovadoras de narrar historias visuales. Un hallazgo significativo fue la capacidad de los estudiantes, incluso aquellos de disciplinas sin formación artística, para utilizar el dibujo como una herramienta efectiva en la expresión de ideas.

Como parte del programa, los docentes que completan su participación presentan sus aprendizajes en el evento anual MeetUp, que el 2024 tuvo lugar en la Universidad de Twente en Países Bajos. Durante esta experiencia, los Faculty Innovation Fellows compartieron sus proyectos en exposiciones de formato Ignite, disponibles en YouTube.

La graduación también permitió conectar con docentes de distintas partes del mundo que impulsan cambios innovadores en sus instituciones, fortaleciendo el sentido de comunidad y colaboración.

La participación de docentes de la UPC en este programa refleja el compromiso de la universidad con la innovación educativa. Además de María Pía Felipa, son parte de Faculty Innovation Fellows: Carlos Letts, Silvana Balarezo, Daniel Flores y Jorge Bossio; asimismo, este 2025 continúan su camino hacia la graduación Javiera Alcázar y Adriana Alemán. Felipa concluye indicando:

Estas iniciativas demuestran que la innovación no solo radica en el uso de tecnología, sino en la capacidad de generar experiencias de aprendizaje significativas, conectadas con las necesidades de los estudiantes y sus comunidades.

Publicación realizada gracias a la colaboración de María Pía Felipa.

Por Silvana Balarezo

Bett 2025, celebrado en Londres del 22 al 24 de enero, reunió a educadores y expertos en tecnología para explorar el futuro de la educación. La Inteligencia Artificial (IA) fue protagonista con herramientas que personalizan el aprendizaje y mejoran la accesibilidad. Learning Lemur destacó por su capacidad de retroalimentación inmediata en matemáticas, mientras que Microsoft presentó un ecosistema de IA para optimizar la enseñanza e inclusión.

El evento también abordó la inclusión educativa, con startups que desarrollan soluciones desde los colegios, involucrando a estudiantes desde los 9 años en la resolución de problemas reales. Destacó el robot educativo Tien Kung de UBTECH, diseñado para enseñar robótica e IA en educación superior.

Las interacciones con profesionales de distintos países permitieron conocer enfoques innovadores. El modelo HyFlex en universidades de Londres mostró alineación con tendencias globales, y las presentaciones de Microsoft evidenciaron cómo la tecnología transforma la enseñanza-aprendizaje.

Bett 2025 también puso en discusión la transformación de los espacios físicos de aprendizaje, resaltando la importancia de modelos híbridos y flexibles. Este debate sigue abierto y es clave para repensar la integración tecnológica en la educación.

Uno de los paneles más inspiradores abordó la integración de la IA en la enseñanza. Microsoft expuso cómo la IA puede mejorar la accesibilidad y equidad, impulsando su aplicación en tecnologías accesibles, enseñanza personalizada y pensamiento de diseño desde edades tempranas.

El evento abordó desafíos como equidad, inclusión y transformación digital, con soluciones enfocadas en accesibilidad y plataformas que conectan a educadores globalmente. Sin embargo, se notó la ausencia de soluciones centradas en evaluación, un aspecto clave para la educación digital.

Bett 2025 dejó una agenda llena de ideas y contactos para seguir explorando innovaciones educativas. Es momento de actuar, aplicar estos aprendizajes y seguir impulsando una educación más inclusiva y efectiva. ¡Juntos, construyamos el futuro del aprendizaje!

La Estancia UNESCO 20251 ha sido una experiencia enriquecedora y transformadora. Durante esta estancia, participantes de diversos países, disciplinas y experiencias nos reunimos con un objetivo común: impulsar la educación y la ciencia abierta, promover la innovación y fortalecer la colaboración internacional.

Un espacio de aprendizaje global

Desde conferencias magistrales hasta talleres dinámicos, cada día estuvo lleno de conocimientos y reflexiones profundas. Entre los temas clave que abordamos destacaron:

  • Acceso, inclusión y equidad en la educación abierta: Reflexionamos sobre cómo garantizar que el conocimiento llegue a todos sin barreras.
  • Sostenibilidad en la ciencia y educación abierta: Exploramos modelos que permitan un impacto duradero en el tiempo.
  • Colaboración interdisciplinaria e internacional: Discutimos estrategias para potenciar el trabajo conjunto más allá de fronteras.
  • Uso de la inteligencia artificial y tecnología en la educación: Analizamos herramientas que pueden potenciar en análisis de propuestas, personalizar experiencias y crear contenido.

La magia del trabajo en equipo

Uno de los aspectos más valiosos de esta experiencia ha sido la co-creación. A lo largo de la estancia, trabajamos en el desarrollo de proyectos innovadores que buscan generar un impacto real en la educación y ciencia abierta. Además, tuvimos el privilegio de recibir feedback de expertos, lo que nos permitió fortalecer nuestras iniciativas.

El cierre de la estancia fue un momento especial: presentación de proyectos, retroalimentación constructiva y la entrega de diplomas. Más allá del reconocimiento, nos llevamos un compromiso renovado con la transformación educativa.

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Lo que sigue: un compromiso que trasciende

La Estancia UNESCO 2025 no termina aquí. Más allá de los aprendizajes adquiridos, el verdadero reto comienza ahora: los equipos continúan trabajando para convertir sus propuestas en proyectos concretos, con el objetivo de postular a fondos y recursos que permitan hacerlas realidad. Este es un paso crucial para que las ideas gestadas durante la estancia no queden solo en el papel, sino que se transformen en iniciativas con impacto real en la educación y la ciencia abierta.

En este proceso, las tendencias tecnológicas abordadas jugarán un papel clave. Herramientas como la inteligencia artificial y los recursos educativos abiertos (REA), fueron identificadas como elementos esenciales para personalizar el aprendizaje, democratizar el acceso al conocimiento y optimizar la gestión educativa. Además, se destacó la importancia de adoptar licencias Creative Commons, asegurando la reutilización ética y sostenible del conocimiento.

Los participantes no solo adquirieron conocimientos, sino que se comprometieron a llevar estos enfoques a sus instituciones, promoviendo modelos de educación abierta, fomentando redes de colaboración interdisciplinaria e incorporando tecnologías emergentes en sus prácticas educativas. La Declaración Dubái será una referencia clave en este camino, ayudando a consolidar estos esfuerzos en estrategias institucionales de largo plazo, asegurando un impacto duradero en la transformación educativa.

(Video: ¡Gracias! – Estancia UNESCO 2025 en Movimiento Educativo Abierto para América Latina, 2025)

  1. Ramírez-Montoya, M. S. (2025). Informe técnico de la Estancia Internacional 2025 Cátedra UNESCO/ICDE Movimiento Educativo Abierto para América Latina. https://repositorio.tec.mx/items/8f607c6e-5427-4a0d-993f-b54d2e4c19b8
    Este informe está disponible bajo una licencia Creative Commons Atribución 4.0 ↩︎

#MovimientoEducativoAbierto #EstanciaUNESCO2025 #IFEConference2025 #TecnológicoDeMonterrey #InnovaciónEducativa #TrabajoEnEquipo

Esta semana se llevó a cabo el IFE Conference 2025, un evento organizado por el Tecnológico de Monterrey que congregó a más de 3,000 profesionales, docentes y autoridades de instituciones educativas de diversos países, con un enfoque particular en América Latina. Este encuentro se ha consolidado como un espacio clave para el intercambio de experiencias y la exposición de iniciativas innovadoras en educación superior, tecnología educativa (EdTech) e innovación empresarial. Su propósito es conectar estas iniciativas para fortalecer los lazos entre instituciones educativas, proveedores de soluciones tecnológicas, investigadores y docentes, impulsando así un proceso de transformación en la educación superior. Además, el evento se ha convertido en una plataforma estratégica para quienes trabajan en este ámbito, permitiéndoles descubrir nuevas formas de abordar los desafíos educativos en la región.

Un aspecto fundamental del IFE Conference 2025 es su estrecha colaboración con organizaciones de gran relevancia, como la UNESCO, redes de universidades como MetaRed, y otras asociaciones que promueven la innovación educativa. Lo que distingue a este evento no es únicamente la presentación de soluciones tecnológicas o metodológicas, sino el énfasis en la evidencia y el impacto real que estas iniciativas generan en el proceso de aprendizaje. En esta edición, se ha dado especial atención a la reducción de brechas educativas, tanto en la transición de la educación básica a la educación superior en América Latina como en la conexión entre la educación superior y la industria. En este contexto, la participación del sector empresarial es clave para garantizar que los avances educativos respondan a las necesidades del mundo laboral y social en constante evolución.

Uno de los temas más discutidos ha sido el aprendizaje a lo largo de la vida (Lifelong Learning) y cómo el avance tecnológico está generando una demanda creciente de actualización continua en todos los campos del conocimiento. La necesidad de mantener a los profesionales al día con los cambios en la sociedad y la industria se ha convertido en un desafío prioritario para las instituciones educativas.

Cabe destacar que profesionales peruanos han participado activamente en este evento, lo que representa una gran oportunidad para las instituciones educativas del país. Su presencia no solo les permite conocer de primera mano las tendencias globales en educación e innovación, sino también establecer conexiones estratégicas que pueden traducirse en nuevas iniciativas y alianzas en beneficio del ecosistema educativo peruano. Espacios como el IFE Conference 2025 nos recuerdan la importancia de estos encuentros en la construcción de un futuro educativo más inclusivo, dinámico y adaptado a los desafíos del siglo XXI.

Texto trabajado con el apoyo de Jorge Bossio, asistente al IFE Conference 2025 y ChatGPT.

Cada 4 de febrero, el Día Internacional de la Fraternidad Humana nos recuerda la importancia de construir un mundo basado en el respeto, la solidaridad y la convivencia pacífica. Pero ¿qué significa realmente la fraternidad en el ámbito educativo? Más allá del aula, es el motor que impulsa una educación más inclusiva, donde docentes y estudiantes colaboran para generar impacto en sus comunidades. La universidad no solo debe transmitir conocimientos, sino también formar ciudadanos comprometidos e interesados en construir puentes y transformar su entorno, más empático y justo para todos.

La fraternidad en la educación se vive a través de metodologías que fomentan la cooperación y el aprendizaje cooperativo. Espacios de trabajo en equipo, que se enriquecen con la experiencia y el aporte de los talentos de cada uno de los integrantes, proyectos con impacto y responsabilidad social y el uso de tecnologías, como herramientas que conectan a estudiantes de distintas realidades, que permiten que la diversidad y la divergencia se convierta en una fortaleza. La clave está en propiciar experiencias donde el conocimiento no solo se construya, sino que también se comparta con un propósito común: mejorar la vida de las personas y el entorno, celebrando las diferencias.

En un mundo interconectado, la educación no puede quedarse solo en las aulas. Necesitamos formar ciudadanos digitales responsables, capaces de dialogar y trabajar con personas de diferentes culturas, historias, experiencias de vida y perspectivas. La inclusión de la fraternidad humana en el currículo, la promoción de la ciudadanía global y el desarrollo de competencias socio emocionales son esenciales para que la educación trascienda las fronteras y genere cambios reales en la sociedad.

¿Cómo podemos llevar la fraternidad humana a la educación?

  • Fomentar el aprendizaje colaborativo: Diseñar actividades y proyectos donde los estudiantes trabajen juntos para resolver problemas reales.
  • Promover espacios de diálogo intercultural: Organizar encuentros, debates o foros que impulsen el respeto por la diversidad y la inclusión.
  • Impulsar el voluntariado y la innovación social: Vincular la formación académica con iniciativas que generen impacto en comunidades vulnerables.
  • Aprovechar la tecnología para conectar y compartir: Usar plataformas digitales para crear redes de conocimiento y apoyo mutuo.
  • Promover el desarrollo de habilidades blandas: Desde el aula se puede potenciar la resolución de conflictos, el asertividad, la tolerancia a la frustración, la resiliencia entre otras.

Al respecto María Teresa Diaz, psicóloga y jefa de Orientación Psicopedagógica de la UPC nos comenta:

El docente tiene un rol muy importante en el aula de clase, dado que no solo es un facilitador de aprendizajes, sino que a través de sus actitudes, puede modelar habilidades sociales, puede inspirar valores como el respeto frente a las diferencias e inspirar a ser un líder de cambio. El docente es el primer agente que puede favorecer un clima emocional mas justo y digno donde todos se sientan seguros.

La educación tiene el poder de transformar vidas, y la fraternidad es el puente que nos permite construir un futuro más justo y solidario. ¿Estás listo para llevar la fraternidad más allá del aula? ¿Este año te comprometes a ser más fraterno con tus compañeros de trabajo y tus estudiantes? Te animamos a hacerlo, todo comienza por una decisión.

Texto trabajado con el apoyo de ChatGPT y María Teresa Diaz Calderón

El 26 de enero se celebra el Día Internacional de la Energía Limpia, una fecha establecida por las Naciones Unidas para reconocer la importancia de la transición hacia fuentes de energía sostenibles y accesibles para todos. En el contexto universitario, este día representa una oportunidad clave para reflexionar sobre el papel que tienen las instituciones educativas en la promoción de la energía limpia y la sostenibilidad ambiental. Las universidades, como centros de formación e innovación, están llamadas a liderar iniciativas que fomenten la investigación, el desarrollo de tecnologías limpias y la concienciación sobre el impacto ambiental de nuestras acciones cotidianas.

Los retos que enfrentan las universidades en este ámbito son diversos y van desde la necesidad de actualizar sus planes de estudio para incluir contenidos sobre energías renovables, eficiencia energética y sostenibilidad, hasta la implementación de infraestructuras más ecológicas en sus campus. Además, es fundamental que las instituciones promuevan una cultura de sostenibilidad entre sus comunidades, incentivando prácticas responsables en el uso de los recursos y explorando soluciones innovadoras para reducir su huella de carbono.

Los docentes desempeñan un papel crucial en este proceso, ya que son agentes de cambio que pueden inspirar a sus estudiantes a interesarse por la energía limpia a través de proyectos de investigación aplicada, actividades prácticas y espacios de debate sobre las tendencias y desafíos del sector energético. Asimismo, pueden incorporar en sus clases casos de éxito y colaboraciones con empresas y organizaciones que trabajan en la transición energética, ofreciendo así una visión más integral y motivadora.

Por su parte, los estudiantes también pueden contribuir de manera significativa a la causa de la energía limpia participando en iniciativas como hackathones de innovación sostenible, desarrollo de propuestas para hacer más eficiente el consumo energético en sus campus, o incluso promoviendo campañas de sensibilización dentro de la comunidad universitaria. La colaboración entre docentes y estudiantes es clave para generar impacto real y duradero, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 7: Energía asequible y no contaminante. En este Día Internacional de la Energía Limpia, es un buen momento para comprometerse con acciones concretas que construyan un futuro más sostenible para todos. En este sentido, el 2024, la carrera de Relaciones Internacionales de la UPC organizó el III Congreso Internacional sobre Cambio Climático y Sostenibilidad: Explorando Soluciones para un Futuro Sostenible. Este evento abordó, entre otros temas, el contexto legal del cambio climático, los retos políticos y económicos internacionales, y las nuevas tendencias en energías renovables, como la fotovoltaica, eólica y verde. Estas reflexiones fortalecen la visión de una sostenibilidad integrada en la educación, la investigación y la acción institucional.

Asimismo, en sus instalaciones, la UPC destaca el cambio de luminarias LED de bajo consumo, la instalación de sensores de movimiento en diversas áreas, el funcionamiento de paneles solares para temperar la piscina del campus Villa, y la incorporación de principios de arquitectura sostenible que maximizan el aprovechamiento de la luz natural. Estas acciones reflejan el compromiso hacia la sostenibilidad.

Texto trabajado con el apoyo de ChatGPT y la Dirección de Sostenibilidad y Responsabilidad Social de la UPC

El 24 de enero, celebramos el Día Internacional de la Educación, una fecha proclamada por las Naciones Unidas para destacar el papel fundamental de la educación como derecho humano y motor del desarrollo sostenible. Este año, el lema que nos convoca, «IA y educación: preservar la autonomía en un mundo automatizado«, nos invita a reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que plantea la inteligencia artificial (IA) en el ámbito educativo.

La irrupción de la IA en nuestras vidas ha transformado profundamente la manera en que aprendemos y enseñamos. Desde herramientas personalizadas de aprendizaje hasta plataformas automatizadas de evaluación, las aplicaciones de esta tecnología prometen mejorar la eficiencia y accesibilidad de la educación. Sin embargo, también surgen inquietudes relacionadas con la pérdida de la autonomía en los procesos de aprendizaje, la privacidad de los datos y el rol de los docentes.

Formación en competencias digitales y uso ético de la tecnología

En un contexto donde la IA juega un papel cada vez más relevante, es esencial que estudiantes y docentes desarrollen competencias digitales que les permitan utilizar estas herramientas de manera crítica y responsable. Esto incluye habilidades para evaluar la fiabilidad de las fuentes de información, gestionar datos de manera segura y comprender el impacto ético de las decisiones tecnológicas.

Preservar la autonomía del aprendizaje en un mundo automatizado requiere que los usuarios de la tecnología sean capaces de discernir cuándo y cómo utilizarla para potenciar sus habilidades, sin depender exclusivamente de ella. Este equilibrio entre la tecnología y el pensamiento crítico es clave para garantizar que la IA sea una herramienta de empoderamiento, no de dependencia. Conversamos al respecto con Lea Sulmont y nos comentó:

Todas estas oportunidades y desafíos requieren que el docente use una ruta de tránsito en sus prácticas profesionales, en las que va a tener que desaprender ciertas prácticas y aprender otras, lo cierto es que el rol del docente siempre va a ser necesario para la formación de las personas, pero aquellos docentes que no hagan ese tránsito, que no incorporen la IA de manera creativa, responsable y ética, seguramente van a tener que ser reemplazados en los proyectos educativos. Es una oportunidad pero es un desafío que hay que emprender ahora.
Lea Sulmont Haak
Docente de la carrera de Educación y Gestión del Aprendizaje de la UPC

El rol de los docentes y el aprendizaje ético

Uno de los retos más importantes es garantizar que la adopción de la IA en la educación respalde, en lugar de suplantar, la capacidad de los estudiantes para tomar decisiones informadas y críticas. La tecnología debe ser una herramienta complementaria que potencie la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas, habilidades esenciales para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio.

En este contexto, el rol de los docentes se torna más crucial que nunca. Como mediadores entre la tecnología y los estudiantes, los educadores deben estar capacitados para integrar herramientas de IA de manera efectiva, promoviendo además un uso ético de estas. Esto implica enseñar a los estudiantes no solo cómo utilizar la tecnología, sino también a cuestionar su impacto en la sociedad y en sus propias vidas.

Hacia una educación inclusiva y ética

La IA también tiene el potencial de democratizar el acceso a la educación, eliminando barreras geográficas y socioeconómicas. Sin embargo, esta transformación debe estar guiada por principios éticos que aseguren la equidad, la inclusión y el respeto por la diversidad. Las instituciones educativas, así como los desarrolladores de tecnologías, tienen la responsabilidad de diseñar soluciones que promuevan la justicia social y el bienestar colectivo.

En la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), nos unimos a esta reflexión global reafirmando nuestro compromiso con la innovación educativa y el desarrollo de competencias digitales responsables. Apostamos por una educación que combine lo mejor de la tecnología con el poder transformador del aprendizaje humano.

Este Día Internacional de la Educación, celebremos juntos el potencial de la inteligencia artificial como aliada en la construcción de una sociedad más equitativa y consciente, donde la autonomía, el uso ético de la tecnología y el sentido crítico sigan siendo los pilares de la formación de las futuras generaciones.

Texto trabajado con el apoyo de ChatGPT