En la última década, el concepto de ciudadanía digital ha evolucionado de manera acelerada, pasando de ser un tema técnico a convertirse en una prioridad educativa y social. Hoy, implica mucho más que saber usar tecnologías; abarca la comprensión de los derechos, responsabilidades y el comportamiento ético en entornos digitales. Como señala la CEPAL, “ser ciudadano digital es participar plenamente en la vida cívica mediante el uso competente y responsable de las tecnologías digitales” (CEPAL, 2021). En un contexto global marcado por la desinformación, los discursos de odio y la exposición masiva en redes, hablar de ciudadanía digital es hablar de bienestar, democracia y equidad.
Entre sus principales beneficios, la ciudadanía digital permite formar usuarios críticos, empoderados y conscientes del impacto de sus acciones en línea. Mejora la seguridad digital, fomenta la participación ciudadana y fortalece la convivencia en espacios virtuales. Además, según el Ministerio de Educación, “una ciudadanía digital saludable comienza con relaciones digitales saludables” (Ribble, 2020), lo que resalta su valor educativo desde edades tempranas hasta la vida profesional. Incorporar esta mirada en la educación favorece la alfabetización mediática, la prevención del ciberacoso y la protección de la privacidad, creando entornos de aprendizaje más seguros e inclusivos.
Su impacto va más allá del ámbito individual: una ciudadanía digital activa promueve comunidades más justas, participativas y resilientes. Esto se relaciona directamente con el ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas, al fomentar sociedades inclusivas y con acceso equitativo a la información. Ejemplos concretos lo demuestran en Chile, la Fundación País Digital impulsa campañas sobre ética y huella digital; y en Perú, hackathones como la Maratón de Innovación 28h abordan desafíos de ciudadanía digital desde la universidad.
En tiempos donde lo digital atraviesa todas las dimensiones de nuestra vida, es fundamental asumir una postura activa. Como educadores, estudiantes o ciudadanos, tenemos la oportunidad y responsabilidad de construir una cultura digital ética, participativa y solidaria. Promover la ciudadanía digital no es solo un deber académico, es una apuesta por el bien común. El cambio empieza por cada uno, ¿qué tipo de ciudadano digital estás eligiendo ser hoy?
Iniciativas recomendadas sobre ciudadanía digital en América Latina:
- Informe CEPAL – “Ciudadanía digital en América Latina y el Caribe” (2021)
- Digital Citizenship Institute (DigCit Institute)
https://www.digcitinstitute.com - Fundación País Digital – Chile
- Metared TIC – Retos de la Competencia Digital del Profesorado Iberoamericano en Educación Superior (2023)
- Maratón de Innovación 28h – Perú (UPC)
Texto trabajado con el apoyo de ChatGPT.