Las universidades enfrentan el reto de atender la creciente preocupación por la salud mental de los estudiantes. La Inteligencia Artificial (IA) está transformando el panorama al ofrecer apoyo inmediato y personalizado. Sin embargo, este avance también plantea importantes preguntas éticas y desafíos sobre la interacción humana.
Los enfoques de evaluación tradicionales que se centran únicamente en la memorización y la repetición no capturan las habilidades prácticas y sociales que los estudiantes necesitan para enfrentarse a un mundo laboral dinámico. Por ello, la educación superior debe considerar una transformación hacia sistemas de evaluación basados en competencias y experiencias auténticas que reflejen el contexto social, económico y cultural de los estudiantes.
Para lograr una «humanidad aumentada,» necesitamos un enfoque en el desarrollo cognitivo y científico. La IA solo puede ser verdaderamente efectiva si es utilizada por personas con una sólida base en pensamiento crítico, análisis de datos y comprensión de su impacto organizacional.
Paul LeBlanc, líder en innovación educativa, advierte que la Inteligencia Artificial cambiará profundamente nuestras universidades y el mundo laboral. Durante el Encuentro de Rectores y Rectoras de Metared en Cusco, destacó que el cambio tecnológico nos obliga a replantear qué significa educar: “La IA está redefiniendo el trabajo y la educación. Tenemos que pasar de ser fábricas de conocimiento a centros de aprendizaje humano”.
Menos del 25% de las instituciones cuentan con personal dedicado exclusivamente a las diferentes formas de analíticas, lo cual afecta la capacidad de las universidades para aprovechar al máximo los datos
El Challenge-Based Learning no solo transforma la educación, sino que también vincula el aprendizaje con el impacto real en las comunidades. Este enfoque permite a los estudiantes convertirse en protagonistas activos de su aprendizaje, desarrollando habilidades esenciales para la vida y el trabajo.
En la enseñanza virtual, los recursos educativos digitales (RED) son fundamentales para facilitar el acceso al conocimiento y mejorar la experiencia educativa. Para que estos materiales, ya sean gráficos, textuales, audiovisuales o interactivos, cumplan su propósito, es crucial que el docente, experto en la materia, los organice de manera efectiva. En este contexto, el guion instruccional se presenta como una herramienta clave. A continuación, explicaré qué es un guion instruccional, su importancia y los componentes esenciales que debe contener.
¿Qué es un guion instruccional?
Un guion instruccional es un documento que organiza de manera detallada el contenido de un recurso educativo digital. En este archivo se especifican el objetivo del material, la información o las actividades que se presentarán al estudiante y las instrucciones para su producción. Funciona como una guía que optimiza el proceso de creación, facilitando el trabajo tanto del docente encargado de planificar los recursos como del diseñador multimedia responsable de su producción.
¿Por qué es importante?
Alineación con los objetivos de aprendizaje: Permite verificar que la información presentada sea relevante y se ajuste a los logros de aprendizaje esperados, garantizando que el contenido contribuya efectivamente al desarrollo de los conocimientos o habilidades del estudiante.
Organización clara: Estructura el contenido de manera secuencial y coherente, facilitando su comprensión y asegurando que cada sección siga un flujo lógico.
Gestión eficiente de la información: Divide el contenido en partes manejables, evitando la sobrecarga cognitiva, lo que ayuda a mejorar la asimilación por parte de los estudiantes.
Guía para la producción: Proporciona instrucciones precisas para que tanto el docente o el diseñador multimedia sepan cómo proceder en cada fase, asegurando una producción eficiente y bien dirigida.
Componentes esenciales de un guion instruccional
Existen diversos formatos para crear guiones instruccionales, pero a continuación propongo una estructura sencilla y adaptable para guionizar los RED. Esta puede variar según el tipo de material a desarrollar.
Título: Nombre específico del recurso educativo digital.
Tipo de RED: Especificación del formato del recurso (audio, video, interactivo, etc.).
Objetivo del material: Debe estar ligado y responder al logro de aprendizaje de la unidad/módulo y curso, garantizando coherencia en el proceso de aprendizaje.
Nombre y número de pantalla: Nos ayuda a determinar los momentos de aprendizaje en el material y también nos permite estimar su duración. Los momentos pueden ser los siguientes:
Introducción: Debe captar la atención del estudiante desde el inicio, ofreciendo una visión clara del contenido y objetivo del material. Si se considera necesario, puede incluir una reflexión o dato relevante que motive al estudiante y, si es necesario, brindar instrucciones específicas sobre lo que se revisará o realizará a lo largo del material.
Desarrollo del contenido: Presentación de la información de manera dosificada y comprensible.
Autoevaluación: Actividad o ejercicio que permite verificar la comprensión del material. Si no es posible integrarla en el mismo RED, se sugiere incluir una actividad complementaria para que el estudiante pueda autoevaluarse y verificar su comprensión.
Conclusión: Resumen de las ideas clave y espacio para la reflexión.
Referencias bibliográficas: Fuentes consultadas para desarrollar el contenido, en donde también se debe indicar la autoría del diseñador del material.
Locución: Guion o texto destinado al contenido auditivo. Esta sección es útil para videos, podcasts o materiales interactivos que incluyan audios.
Texto en pantalla: Utiliza palabras o frases clave de manera concisa y estratégica para destacar los puntos más importantes, evitando sobrecargar la pantalla con información extensa.
Imagen en pantalla: Incluir detalles sobre las imágenes, videos, íconos, animaciones u otros elementos visuales que se utilizarán en cada sección.
A continuación, para ilustrar mejor cada componente, utilizaré un ejemplo basado en un guion para un video interactivo titulado ‘’El impacto de la Inteligencia Artificial en la Educación´´.
En conclusión, el guion instruccional es una herramienta útil para organizar y diseñar tus recursos educativos. Siguiendo la estructura propuesta, es probable que optimices el proceso de creación y garantices que realmente ayude a tus estudiantes a comprender mejor la información. Sin embargo, puedes adaptarlo libremente a tu estilo y a los objetivos específicos de tu curso. Lo importante es que este recurso simplifique tu trabajo, especialmente si crear materiales te resulta desafiante.
Bibliografía:
Gómez, A. (2017). La importancia del guion instruccional en el diseño de ambientes virtuales de aprendizaje. Revista Academia y Virtualidad, 10(2), 47-60. https://doi.org/10.18359/ravi.2868
*Utilicé ChatGPT-4o como apoyo para redactar esta publicación.
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Creado con la asistencia de ChatGPT, una inteligencia artificial desarrollada por OpenAI. La información se procesó y resumió utilizando este modelo de lenguaje avanzado para ofrecer una visión concisa del tema.