El mundo de la educación está experimentando una transformación sin precedentes gracias a la tecnología. El aprendizaje digital ha abierto puertas a una cantidad inmensa de datos que nos permiten analizar y comprender mejor los procesos y resultados educativos. Dos áreas que han ganado protagonismo son la Analítica del Aprendizaje (LA) y la Minería de Datos Educativos (EDM). Mientras que LA se centra en optimizar el aprendizaje a través del análisis de datos, EDM explora datos específicos del contexto educativo.

Con la evolución de la Inteligencia Artificial en Educación (AIED), hemos visto un cambio de la IA basada en conocimiento a enfoques más centrados en el aprendizaje automático. La IA basada en datos, por ejemplo, utiliza grandes volúmenes de información para crear modelos predictivos. A lo largo de los años, la AIED ha enriquecido la educación con sistemas de tutoría inteligente, que ofrecen contenido personalizado basado en las necesidades individuales del estudiante.

Los avances en la IA, como los modelos de lenguaje GPT-4 de OpenAI, están redefiniendo lo que es posible en el ámbito educativo. Estas herramientas no solo emulan capacidades humanas en tareas intelectuales, sino que también prometen transformar la educación en los próximos años. Las aplicaciones basadas en IA, como la traducción de lenguaje y la conversión de voz a texto, ya son herramientas esenciales para estudiantes y profesores.

Un desarrollo emocionante en este espacio es la aparición de sistemas de IA generativos, como el GPT-3. Estos sistemas pueden ser «programados» a través de instrucciones en lenguaje natural, lo que permite una adaptación en tiempo real a las necesidades del usuario. Sin embargo, con grandes poderes vienen grandes responsabilidades. Es esencial abordar los desafíos éticos y culturales que surgen con la implementación de estas tecnologías, especialmente en el ámbito educativo.

El enfoque tradicional de la educación ha sido el desarrollo de habilidades y competencias específicas. Sin embargo, en una era dominada por la IA, es crucial que la educación se centre en el desarrollo humano integral, fomentando habilidades como el liderazgo, la comunicación y la empatía.

Finalmente, la IA también está revolucionando la evaluación educativa. Con la capacidad de recopilar y analizar datos en tiempo real, los educadores ahora tienen herramientas más avanzadas para apoyar la evaluación formativa continua. Sin embargo, con la creciente recolección de datos, es fundamental abordar las consideraciones éticas y garantizar que se utilicen de manera responsable.

En conclusión, la IA está redefiniendo el paisaje educativo, ofreciendo oportunidades emocionantes para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Sin embargo, es esencial que avancemos con precaución, garantizando que estas herramientas se utilicen de manera ética y beneficiosa para todos.

Publicación realizada en base a: On the Futures of Technology in Education: Emerging Trends and Policy Implications

Están abiertas las inscripciones a este taller dirigido a los docentes diseñadores de cursos de la UPC, en cualquier modalidad de dictado.

Los objetivos del taller son:
– Diseñar instrumentos de evaluación en base al enfoque de competencias.
– Diseñar estrategias para la evaluación auténtica.

El taller se va a desarrollar a través de 3 sesiones síncronas de 3 horas cada una. Durante el mismo se realizarán actividades prácticas y de repaso de conceptos clave para la transformación de evaluaciones en los cursos de la UPC. 

Las tres sesiones se ofrecerán en la misma semana en el siguiente horario:
Lunes 27 febrero, de 10:00 a 13:00 hrs
Miércoles 01 de marzo, de 10:00 a 13:00 hrs.
Jueves 02 de marzo, de 15:00 a 18:00 hrs.


Importante: Para el reconocimiento de las horas de capacitación (hasta 9 horas en total), los docentes deberán haber asistido de manera puntual a todas las sesiones síncronas y realizado las actividades propuestas durante el taller.

Las inscripciones estarán disponibles hasta el jueves 23 de febrero, si eres el responsable de diseñar tu curso o te apasiona el tema, ¡esta es tu oportunidad!

Inscríbete aquí



El jueves 30 de abril a las 11:00 am hora peruana (GMT-5) tendremos a Angelin Venegas, docente desde hace cuatro años en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, para hablar sobre el Centro de Calificaciones del Aula Virtual. Venegas es de la primera generación de Blackboard Educators (ya vamos por la quinta generación) y es experta en el uso de esta plataforma. ¿Qué es el Centro de Calificaciones? Es el sistema de gestión y seguimiento de las notas. Y justamente con Angelin Venegas veremos los aspectos básicos de su uso y funcionamiento, pensado en los docentes que usan Blackboard para la enseñanza online.

La transmisión se visualizará a las 11:00 a.m

Con el propósito de asegurar la calidad educativa y mejorar continuamente los estándares académicos de la universidad, todos los años se desarrolla el Assessment Institucional UPC. Este proceso, interviene en la mejora de la calidad de enseñanza y aprendizaje, a través de la medición del logro en cada competencia de nuestros estudiantes. Este proceso involucra la participación de los directores académicos, docentes, estudiantes y equipo administrativo, es decir, toda la comunidad UPC.

En el 2019, evaluaremos la competencia Razonamiento Cuantitativo, a través de algunos cursos seleccionados por cada carrera. Los resultados permitirán plantear acciones de mejora, necesarias y oportunas en busca de la excelencia académica.

Esta competencia es una de las 7 competencias generales que UPC promueve y desarrolla a lo largo de tu experiencia académica. Se define como la capacidad de interpretar, representar, calcular, analizar y argumentar y resolver problemas cuantitativos de forma efectiva en diferentes contextos de tu vida personal y profesional, permitiendo tomar decisiones acertadas.

El docente es un agente colaborador y de apoyo en la ejecución del Assessment institucional. Primero, por ser el responsable de trabajar a lo largo del semestre distintas actividades que busquen desarrollar esta competencia, y además establecer una evaluación orientada a identificar el nivel de la misma.

 

Este razonamiento deja a los maestros con un montón de trabajo. ¿cuánto de ese tiempo dedicado a asignar puntos resulta en un mejor desempeño de los estudiantes?.

Muchos hemos caído en esta trampa y damos puntos por participar en clase, llegar puntual y completar tareas. Al final del semestre, tenemos más de cien tareas en el registro de calificaciones.

¿Son esas calificaciones el reflejo de las competencias de los estudiantes?

Con demasiada frecuencia, los estudiantes son penalizados por cometer errores en tareas que están diseñadas para ayudarles a desarrollar y refinar sus competencias, ¿es necesario calificarlos en ese momento?

Si asignamos tareas en la clase con el objetivo de ayudar a los estudiantes a practicar, ¡no deberíamos calificarlas! pues el objetivo de ese trabajo debe ser ayudar al estudiante a entender el material y experimentar.

Los errores durante la práctica deben celebrarse como parte del proceso de aprendizaje. Si penalizamos a los estudiantes que cometen errores mientras practican creamos un entorno donde los errores dan miedo. Esto afecta negativamente la motivación de los estudiantes y puede causar ansiedad y frustración.

Leer también: ¿Por qué saber equivocarse es la power skill más subestimada del siglo XXI?

¡Califiquemos el producto final!

Un producto que hemos acompañado durante el curso, un producto que ha recibido retroalimentación en el camino (no calificación). Un producto que, adicionalmente, sabemos será aprobado pues hemos acompañado su construcción y está siendo presentado por un estudiante que ha desarrollado sus competencias durante el curso.

Cuando los estudiantes están trabajando para obtener un producto terminado que será evaluado para una calificación, necesitan comentarios y apoyo: no una nota parcial para el promedio.

Si los maestros ganan tiempo y lo usan para brindar retroalimentación, cambian el enfoque del producto hacia el proceso.Así, cuando la calificación deja de ser lo único importante durante el proceso de aprendizaje, los estudiantes se enfocarán en mejorar y no estarán pensando en «cuánto me falta para aprobar».

Cuanto más tiempo pasemos en el trabajo de calificación, menos tiempo tendremos para proporcionar comentarios y retroalimentación y para diseñar experiencias que motiven al estudiante a aprender (y no solo a aprobar).

Texto original de @Catlin_Tucker adaptado por Jorge Bossio con fines educativos.

https://catlintucker.com/2019/02/ask-yourself-why-am-i-grading-this