Cada 21 de abril se conmemora el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, una fecha que destaca el valor de imaginar nuevas posibilidades y generar cambios positivos. Esta efeméride nos invita a reconocer el papel clave de las ideas en el desarrollo de soluciones que impactan distintos aspectos de la sociedad. En el ámbito educativo, nos recuerda que el aprendizaje no debe limitarse a la transmisión de contenidos, sino abrirse a la exploración, la reflexión crítica y la construcción activa de conocimiento. Innovar no es solo aplicar herramientas tecnológicas, sino cuestionar lo establecido para generar propuestas con sentido y propósito.
A través de enfoques creativos, es posible enfrentar desafíos actuales con soluciones integrales. Por ejemplo, el diseño de espacios públicos inclusivos puede responder a las metas del ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles), mientras que iniciativas digitales que promuevan el bienestar emocional contribuyen al ODS 3 (Salud y bienestar). Estas acciones, impulsadas por la creatividad, evidencian cómo las ideas se convierten en motores de cambio cuando están conectadas con los retos reales del entorno.
En la educación superior, fomentar la innovación implica generar condiciones para que docentes y estudiantes experimenten, colaboren y propongan. Desde el uso de metodologías activas hasta proyectos vinculados con el contexto, la creatividad permite resignificar el acto de aprender y enseñar. Se trata de formar personas capaces de analizar críticamente, adaptarse al cambio y aportar con soluciones responsables.
En este día, celebremos el poder de imaginar un mundo distinto y actuar para hacerlo posible. Porque cada idea que nace en un aula, cada propuesta que surge desde la curiosidad y la empatía tiene el potencial de transformar realidades. Apostar por la creatividad en la educación es sembrar futuro.
En este video de BBVA Aprendemos Juntos, el reconocido publicista Luis Bassat, considerado uno de los mayores expertos mundiales en creatividad, comparte su visión sobre cómo fomentar la creatividad y el pensamiento crítico en la educación. Con una trayectoria destacada en la publicidad, Bassat ofrece reflexiones valiosas sobre el papel de estas habilidades en el aprendizaje y la enseñanza.