Cada 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, impulsado por la UNESCO para resaltar la importancia de un periodismo libre, plural e independiente como base de la democracia. En esta edición, el enfoque estará en el impacto de la inteligencia artificial en el ejercicio periodístico, bajo el tema: “Informar en un mundo feliz: el impacto de la inteligencia artificial en la libertad de prensa y los medios de comunicación.”
La IA está transformando el periodismo, proporcionando herramientas que optimizan el periodismo de investigación, la creación de contenido y la verificación de datos. Permite una mayor eficiencia, accesibilidad multilingüe y un mejor análisis de datos.
UNESCO
La libertad de prensa permite denunciar abusos, fiscalizar el poder y promover la transparencia. Sin ella, la desinformación gana terreno y se debilita el debate público. En la era digital, este derecho se extiende más allá de los medios tradicionales y se defiende también en redes sociales, plataformas virtuales y entornos automatizados, donde la búsqueda de la verdad debe mantenerse firme.
La evolución hacia el periodismo digital ha ampliado las formas de narrar y conectar con la audiencia. Sin embargo, este nuevo entorno plantea grandes desafíos: enfrentar las noticias falsas, preservar la ética periodística y adaptarse a la rapidez con que hoy se consume la información. Herramientas como la inteligencia artificial, los podcasts y los boletines digitales están transformando el oficio, sin que su esencia pierda relevancia.
Los estudiantes de comunicación enfrentan este escenario como agentes clave del cambio. Aprenden a verificar en tiempo real, a contar historias en distintos formatos y a formarse como profesionales responsables en medio de una avalancha de contenidos. Su preparación exige habilidades técnicas y un profundo compromiso ético con el derecho a la información.
Nos ha tocado vivir tiempos donde la mentira viaja más rápido que la verdad, en donde el exceso de la información nos desafía. En medio de esta turbulencia de datos y algoritmos, el periodismo sigue siendo un oficio no apto para cínicos. Como periodistas no debemos olvidar que nuestro trabajo, por más tecnología que tengamos a la mano, implica investigar, ensuciarnos los zapatos, bajar al campo, escuchar a las personas y recoger la información de una manera rigurosa. Los grandes modelos de lenguaje pueden producir millones de palabras en segundos, pero no saben distinguir el rumor de la noticia. Ahí, está la diferencia entre una IA que redacta y un periodista que, con la paciencia de quien siembra en terreno incierto, busca la verdad entre las grietas, encuentra en ellas la belleza de la información.
Daniel Flores Bueno, periodista y docente de la UPC
Renovemos nuestro compromiso con un periodismo libre, ético y al servicio de la sociedad. Que la tecnología y la inteligencia artificial no sean una amenaza, sino una oportunidad para llegar más lejos, fortalecer la verdad y ampliar el impacto de la libertad de prensa en todo el mundo.